Familia
CUCURBITACEAE
Pepinillo del diablo, Pepinillo amargo, Pepinillo loco, Pepino explosivo
Tenerife, Gran Canaria
El Pepinillo del Diablo produce un fruto carnoso, alargado, densa y
ásperamente velloso, que cuando está maduro se desprende de su peciolo
al menor contacto o movimiento, expulsando violentamente el jugo y las
numerosas semillas negras que contiene en su interior.
Tal acción
constituye el rasgo más llamativo de esta herbácea vivaz, cuyas partes
visibles se secan durante el invierno para rebrotar de nuevo, a partir
de un robusto nabo subterráneo, cuando llega la primavera. Sus numerosos
tallos, que normalmente crecen tumbados sobre el terreno, son largos y
carnosos, pudiendo alcanzar hasta más de 2 m de longitud. Las hojas,
grandes, suculentas y largamente pecioladas, tienen forma entre
acorazonada y triangular, con el margen ondulado y algo dentado, estando
recubiertas de una áspera vellosidad especialmente apreciable en el
envés y en los bordes.
Es especie monoica, con flores masculinas y
femeninas en el mismo ejemplar. Las masculinas forman pequeños grupos al
final de largos pedúnculos que nacen en las axilas de las hojas; las
femeninas crecen solitarias, siendo algo más cortas que las masculinas y
con el rudimento del fruto ya formado; su corola, de unos 2 cm de
diámetro, está dividida en cinco lóbulos de color amarillo limón. Los
frutos, de unos 5 cm de largo y color verdoso-amarillento, crecen
colgando de largos y gruesos pedúnculos, de hasta más de 15 cm de
longitud.
Ecología: Esta especie vive en escombros, suelos arenosos o
degradados, veredas, cunetas, huertas abandonadas, etc., por lo general
cerca de los hábitats humanos.
Floración: Primavera y verano.
Reproducción: Por semillas.
Propiedades medicinales: Es planta muy
venenosa, cuya ingestión cruda puede acarrear hemorragias y trastornos
gastrointestinales de suma gravedad. Antiguamente se prensaba para
obtener un extracto que se administraba por vía interna como purgante,
de variable e impredecible actividad. Aplicada externamente trataban
algunos de aliviar sus dolores reumáticos, restregándose con un potingue
que se obtenía friendo sus frutos maduros en aceite de oliva.
Cardonal tabaibal, Bosques termófilos
50-300 m
Tenerife
Introducida Canarias