Olea europaea
L.
ssp. guanchica P. Vargas, J. Hess, Munoz
Garn & Kadereita
Familia
OLEACEAE
Acebuche,
Chaparro, Olivo silvestre, Olivo macho
El Hierro, La Palma, La
Gomera, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote
Arbusto o arbolito de unos
4-5 m de alto, aunque algunos ejemplares bien desarrollados pueden
llegar a los 12 metros. Tiene un tronco grueso, de hasta 60 cm de
diámetro, corto y retorcido, recubierto de una gruesa y agrietada
corteza de color marrón grisáceo, que se ramifica densa y
abundantemente, formando una frondosa copa siempreverde: semiglobosa
cuando crece en sitios llanos o protegidos, achaparrada en lugares
ventosos, y colgante cuando se desarrolla en riscos o laderas
inclinadas.
Sus hojas, de 4-8 cm de largo y más o menos 1 cm de
ancho, son simples, opuestas, cortamente pecioladas, estrechamente
lanceoladas, enteras, coriáceas, lustrosas, de color verde oscuro en la
haz y verdoso plateadas en el envés.
Sus pequeñas y abundantes flores
presentan un cáliz con cuatro dientes y una corola tubular tetralobulada
de color blanquecino o cremoso. Se agrupan en cortas y densas
inflorescencias paniculares que se desarrollan en las axilares foliares.
Los frutos crecen en racimos colgantes poco densos; son drupas
semiglobosas, lustrosas y poco carnosas, muy parecidas a las aceitunas,
de color verde rojizo al principio y negro al final de su maduración.
Hábitat: Endemismo canario típico de la zona potencial de los Bosques
termófilos, creciendo en riscos, laderas y bordes de barrancos,
especialmente en las vertientes orientadas al norte y al este. Aunque
está presente en todo nuestro archipiélago, es en Gran Canaria donde en
la actualidad perviven un mayor número de ejemplares, especialmente en
el sector norte y noroeste, formando muchas veces bosquetes, siendo el
más importante de todos el situado en el Barranco de los Cernícalos
(Telde), que constituye la mayor formación boscosa de acebuches de
Canarias. En Tenerife acebuchales de cierta importancia se encuentran en
el Barranco del Río (entre Arico y Granadilla de Abona) y en Valle
Brosque (Anaga). En el resto de las islas solamente se encuentran
ejemplares aislados o grupos muy reducidos.
Floración: Primavera.
Reproducción: Por semillas y esquejes.
Usos: Su madera, de gran
dureza y resistencia ha sido muy utilizada desde la antigüedad, pues ya
los guanches fabricaban con ella muchas de sus armas, endureciéndolas al
fuego para que fuesen más duraderas y resistentes, como lo constata el
gran número de ellas que han llegado hasta nuestros días y que se
conservan en los museos arqueológicos de nuestras islas. El historiador
Abreu y Galindo cuenta en su Historia de la conquista de las siete islas
de Canaria que los guanches "...salíanse al campo a reñir con unos
garrotes de acebuche, de vara y media de largo, que llamaban tezzeses".
Después de la Conquista, el acebuche se empleó durante mucho tiempo para
fabricar ejes de carretas, aperos de labranza y otros útiles campesinos.
Y cuando no había otra madera, se usaba en la fabricación de la base de
los tejados de las casas canarias (tilla).
Por otra parte, es muy
combustible, incluso estando verde, por lo que fue muy empleada como
leña para quemar en épocas pasadas, especialmente en los años de la
posguerra española, cuando se talaron muchísimos ejemplares, siendo ésta
una de las causas de su actual escasez.
Entre los practicantes del
juego del palo, uno de nuestros deportes vernáculos, son muy apreciadas
las varas de acebuche, que según dice el refrán: "A las varas de
acebuche, no hay palo que las luche".
El acebuche se utiliza
preferentemente como patrón de injerto del olivo común.
Juntos a los
brotes tiernos de las hojas de las palmeras, sus ramitas jóvenes son
bendecidas y repartidas entre los fieles en la festividad del Domingo de
Ramos, allí donde no se consiguen ramos de olivo.
Puede emplearse
como árbol ornamental, para adornar y dar sombra en parques, paseos,
márgenes de carreteras, etc.
Propiedades medicinales: En la medicina
popular canaria se usaba el cocimiento de sus hojas como remedio para
disminuir la presión sanguínea, aumentar la secreción de orina y bajar
la fiebre, y su infusión como laxante, estomacal y, en gargarismos, para
la faringitis.
El aceite que se puede obtener de sus frutos sirve de
laxante y también de contraveneno. Algunos campesinos mastican sus hojas
para prevenir o aliviar las enfermedades de garganta.
Distribución:
Islas Canarias.
Notas: De la especie Olea europea (el olivo común),
que se distribuye ampliamente por Europa, África y Asia, se distinguen
hasta seis subespecies. La ssp. europaea, distribuida por la zona
mediterránea; la ssp. cuspidata, distribuida desde Sudáfrica, pasando
por todo el este de África, Arabia, hasta el sudoeste de China; la ssp.
laperrinei, presente en Níger, Argelia y Sudán; la ssp. maroccana en
Marruecos; la ssp. cerasiformis, en la isla de Madeira; y la ssp.
guanchica, en las Islas Canarias.
Hasta no hace mucho se incluían en
la ssp. cerasiformis las plantas de Madeira y las de Canarias, hasta que
estudios genéticos determinaron que tenían características
diferenciadoras suficientes como para establecer que se trata de dos
subespecies distintas.
Frecuentemente es atacado por una enfermedad
criptogámica, que recubre a las hojas y ramas de una capa negruzca.
Etimología: Su nombre genérico (Olea) es el nombre clásico del olivo y
las aceitunas en la cultura grecorromana. El específico (Europaea) es
una referencia geográfica alusiva a su notable presencia en Europa. El
subespecífico (Guanchica) es un homenaje a los guanches, nombre dado a
los aborígenes canarios.
Distribución: Endemismo canario.
Tenerife, La Palma, La Gomera, El Hierro, Gran Canaria, Lanzarote,
Fuerteventura.
Ecosistemas: Bosques termófilos.
Altitud:
Normalmente entre los 100-1.400 m s. n. m...
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