Plantita suculenta, diminuta, siempreverde o
subpersistente, que presenta un grueso tallo en forma de bulbo de hasta
casi 1 cm de diámetro, muy parecido a un rabanito. Sus pequeñas y
carnosas hojitas, de color verde con rayitas moradas, se agrupan en una
densa roseta basal de hasta 5 cm de diámetro, que a veces se ramifica
formando rosetas secundarias situadas en el extremo de largos y finos
pedúnculos.
Sus diminutas flores estrelladas, de apenas 1 cm de
diámetro y color verdoso -con líneas o manchas rojizas-, se sitúan en el
extremo de finísimos pedúnculos que surgen de las axilas foliares; cada
flor presenta entre seis y nueve pétalos y doble cantidad de estambres,
produciendo al madurar una gran cantidad de minúsculas semillas.
Endemismo canario relativamente frecuente en
grietas y fisuras de riscos y laderas del norte de Tenerife, y del
centro y norte de Gran Canaria, en cotas situadas entre los 200 y 1.600
metros de altitud sobre el nivel del mar.
Se trata de una especie muy
polimorfa de la que se han descrito tres variedades; además se hibrida
con unas cuantas especies de su mismo género, lo que da idea de su gran
potencial evolutivo.
Primavera.
Por semillas.
Los aficionadas a las plantas crasas la
cultivan en pequeñas macetas o en jardines rocosos. Sin embargo, esta
práctica no debe realizarse fuera de sus lugares de origen, debido al
riesgo de hibridación con otras especies del género y que puede dar
lugar a imprevisibles variaciones genéticas.
Desconocidas.
Islas Canarias.
Después de la última revisión
taxonómica han quedado establecidas cuatro subespecies de esta planta.
Su nombre genérico (Aeonium)
proviene del griego y quiere decir eterno o que vive permanentemente.
permanentemente
Distribución:
Endemismo canario. Tenerife, Gran
Canaria.
Ecosistemas: Cardonal-tabaibal,
Laurisilva, Fayal-brezal.
Altitud: Normalmente entre los
200-1.600 m s. n. m.