Sideritis gomerae Bolle
Tajora, Salvia blanca, Tajora de Benchijigua
Arbustillo perenne, de pequeño tamaño y porte
almohadillado, con tallo corto y leñoso, y ramificación densa,
desordenada, quebradiza y recubierta de una corteza grisácea
profundamente fisurada en sus partes más viejas.
Sus hojas, de unos
7-10 cm de largo, color verde pálido y totalmente recubiertas de una
densa capa de tomento algodonoso, son simples, alternas, largamente
pecioladas, de lanceoladas a oblongas, cordiformes en su base, y
bellamente festoneadas en sus bordes.
Sus diminutas flores tubulares
se disponen en largas y llamativas inflorescencias (epicastros) de hasta
más de 20 cm de largo, reflexas y densamente bracteadas. Cada florecilla
presenta una corola blanquecina, rematada por unos pequeños labios de
color rojo purpúreo, que se torna marrón al marchitarse, de modo que
contrastan poderosamente con el verde claro de las brácteas de la
inflorescencia. Sus diminutos frutos están formados por cuatro pequeñas
núculas, conteniendo una sola semilla cada una.
Ocasionalmente, sus
tallos producen raíces adventicias que les sirven para fijarse al suelo
cuando crece en terrenos muy inclinados.
Especie endémica de La Gomera, de carácter
marcadamente xerófilo y relativamente frecuente en riscos, paredes y
laderas secas y soleadas de las zonas baja y media del centro y sur de
la isla, introduciéndose a veces hasta el límite inferior de las zonas
boscosas.
Existe una subespecie de esta planta denominada ssp.
perezii, que se diferencia por su mayor porte, inflorescencias más
largas, erectas y menos densas, y hojas vellosas de color pardo verdoso,
localizándose sus ejemplares en zonas más meridionales y xéricas que las
del tipo: Benchijigua, Valle de Imada, Fortaleza de Tacalcuse...
Primavera, produciéndose la fructificación
desde el mes de mayo.
Por semillas y
esquejes.
Se cultiva ocasionalmente como planta
ornamental, por su porte, frondosidad, textura y singularidad floral,
que la convierte en una de las especies más bellas de su género. Pero
esta práctica es desaconsejable fuera de sus áreas de distribución
natural, pues representa una seria amenaza para el desarrollo de sus
poblaciones, tanto por el peligro que supone el arranque o desgaje de
ejemplares, como por el riesgo de innecesarias hibridaciones con otras
especies de su amplio género.
Cataplasmas de sus hojas machacadas se pueden
usar para cicatrizar pequeñas llagas y heridas externas. A la infusión
de sus hojas y flores se le atribuyen propiedades analgésicas,
antisépticas, antibióticas, antirreumáticas, etc.
Islas Canarias.
Sus matas constituyen el hábitat exclusivo de
un tipo de orugas medidoras endémicas de La Gomera, la "rosca de las
tajoras" (Eupithecia gomerensis), aunque no son fácilmente
detectables debido a su gran capacidad mimética.
Su nombre genérico (Sideritis) parece
proceder del latín sideritis (de hierro o que contiene hierro),
y que en la Antigüedad hacía referencia a las plantas que curaban las
heridas causadas por armas de hierro, aunque también podría ser por la
forma de punta de lanza de los sépalos. El específico (Gomerae) se
refiere a su localización exclusiva en la isla de La Gomera.
Leucophae cabrerae, Leucophae
gomerae, Sideritis argoscephala, Sideritis cabrerae,
Sideritis perezii.
Distribución:
Endemismo canario. La Gomera.
Ecosistemas: Cardonal-tabaibal,
Bosques termófilos.
Altitud: Normalmente entre los
200-1.000 m s. n. m.
Texto y fotos: J. Alfredo Pérez Martín
Canariavision