Euphorbia milii
Des Moul. ex Boiss.
Espina de Cristo, Corona de Cristo, Corona de espinas
Arbusto semicaduco, muy ramificado, de hasta más de 1 m de alto, con
tallos delgados, tortuosos, semisuculentos, que se van haciendo leñosos
con el tiempo, de color gris oscuro, con 3-5 costillas y numerosas
espinas grises, rectas y delgadas, de entre 1-3 cm de largo.
Las
hojas, de entre 2-5 cm de largo y 1-2 cm de ancho, se agrupan en la
porción terminal de los tallos. Son simples, alternas, de obovadas o
oblanceoladas, de color verde brillante y suave textura, con estípulas
en la base de las hojas reducidas a espinas largas.

Sus pequeñas flores se reúnen en pequeñas inflorescencias llamadas
ciatios, agrupados a su vez en cimas subterminales sobre un pedúnculo de
unos 4-7 cm de largo. Cada ciatio está formado por dos brácteas
reniformes de color rojo vivo, fusionadas dos terceras partes de su
longitud, un involucro campanulado con cinco glándulas nectaríferas, de
color amarillo rojizo, en el centro una flor femenina sin cáliz, y una
corola circundada por algunas flores masculinas.
La floración se
produce a lo largo de todo el año, siendo más abundante en primavera y
verano. No produce fruto relevante.
Esta planta es originaria de Madagascar, donde se desarrolla
abundantemente en barrancos, laderas y terrazas a media sombra y a pleno
sol.
Al igual que otras especies de esta amplia familia, todas sus
partes producen un látex blanquecino muy irritante y cáustico, por lo
que debe evitarse su contacto con la piel y los ojos, por lo que
recomendable usar guantes cuando se le manipula, y en caso de contacto
lavarse repetidamente con agua y jabón. También es muy tóxico para los
animales domésticos como caballos, ovejas, gatos y perros.
Por el
contrario, el látex es utilizado en algunas aplicaciones en la medicina
tradicional y una sustancia en él contenida ha demostrado en estudios de
laboratorios una notable actividad antileucémica.