Herbácea perenne, siempreverde, estolonífera,
con tallos de hasta más de 2 m de longitud, finos, flexibles,
generalmente postrados, que se extienden reptando sobre el terreno o
enredándose en la vegetación circundante.
Sus grandes y brillantes
hojas, de color verde oscuro y unos 5-8 cm de largo, son simples,
opuestas, largamente pecioladas, ovaladas, con base acorazonada,
glabras, nervadas, puntiagudas en el ápice y ciliadas en sus márgenes.
Sus llamativas flores, de color azul violáceo y hasta 4 cm de diámetro,
crecen solitarias en las axilas de las hojas de la porción terminal de
las ramas, sostenidas por larguísimos pedúnculos. Presentan un cáliz
formado por cinco sépalos de unos 10-18 mm de longitud,
linear-triangulares y ligeramente vellosos, y una corola, fusionada en
su base en un tubo, con cinco pétalos extendidos, de lanceolados a
oblanceolados, y profundamente recortados en su parte anterior, de modo
que semejan las aspas de un molino, de color azul a violeta intenso,
blanquecino en la boca del tubo.
Los frutos son folículos
corniformes emparejados por su base, de unos 4-5 cm de longitud,
finamente pilosos en el margen, y que contienen entre una y cuatro
semillas de color negruzco, oblongas, ligeramente comprimidas y de
superficie estriada-reticulada.
Especie higrófila de origen mediterráneo,
propia de bosques, barrancos, setos, umbrías, etc. En Canarias es
relativamente frecuente en zonas húmedas y soleadas del Monteverde, así
como en áreas frondosas de los Bosques termófilos. Posee una gran
capacidad expansiva, pues sus tallos producen estolones que enraízan
fácilmente, ocupando con rapidez el espacio circundante.
Invierno y primavera, habitualmente entre los meses de febrero y junio.
Por semillas y esquejes enraizados. Los
tallos emiten raíces (estolones) según van creciendo, lo que facilita y
explica su gran poder expansivo.
Se puede emplear como especie ornamental en
jardines de zonas altas y de medianías, aunque hay que saber que, una
vez arraigada en el terreno, será muy difícil erradicarla del mismo. Su
cultivo es fácil, pero necesita sombra y podas drásticas cada cierto
tiempo.
La infusión o el cocimiento de esta planta se
empleaban antiguamente para aliviar el dolor de muelas, y, en forma de
emplastos o cataplasmas, para cicatrizar heridas externas o mitigar el
dolor causado por golpes y caídas. Su administración por vía interna
debe hacerse con mucha cautela, pues la planta contiene algunos
principios activos (alcaloides, flavonoides, taninos...) que son tóxicos
para el organismo humano.
Mediterráneo central y occidental.
Naturalizada y cultivada en casi todo el mundo.
Su nombre genérico (Vinca) parece derivar del
latín vincire (sujetar, agarrar), haciendo referencia a su
capacidad para enraizar y enredarse. El específico (Major) procede del latín
maior, que significa más grande o mayor, aplicado por comparación
de su tamaño respecto a otras especies de su género.
Pervinca major.
Distribución:
Introducida. El Hierro, La Palma,
La Gomera, Tenerife, Gran Canaria.
Ecosistemas: Bosques termófilos, Laurisilva, Fayal-brezal.
Altitud: Normalmente entre los
500-1.000 m s. n. m.
Texto y fotos: J. Alfredo Pérez Martín