Polystichum setiferum
(Forssk.) Moore ex Woyn.
Helecho peludo, Penco, Píjaro
Descripción:
Helecho vivaz o perenne, de bellísima
factura, cuyos ejemplares surgen de un rizoma corto, grueso, leñoso y
densamente recubierto de escamas.
Las frondes, erectas o levantadas y
de entre 30-120 cm de longitud, crecen amacolladas formando un elegante
y llamativo ramillete, que suele estar conformado por entre cuatro y
diez frondes. Poseen un peciolo largo, aunque más corto que la lámina, y
también recubierto por escamas anchas y otras muchas piliformes.
La
lámina foliar, de color verde pálido, presenta una forma largamente
lanceolada, con punta aguda y casi no estrechándose hacia la base, por
lo que las pinnas terminan abruptamente. Se divide por dos veces
(bipinnada): primero en pinnas más o menos lanceoladas de unos 4-14 cm
de largo, y luego en pequeñas pínnulas, minúsculamente pecioladas y
finamente aserradas en sus bordes. La mayor parte de las pínnulas
presentan una pequeña aurícula obtusa en su parte distal, característica
identificativa de esta especie. Toda la lámina se halla recubierta de una
pelusilla pardo dorada, que se vuelve franca y densamente escamosa en el
peciolo.
Sus diminutos soros, de color marrón oscuro, forma circular
y protegidos por un delgado indusio caduco, se disponen sobre el envés
de las pínnulas, formando dos filas irregulares a ambos lados del nervio
central. Al madurar producen una gran cantidad de esporas más o menos
reticuladas y de color amarillento.

Hábitat: De distribución fundamentalmente
atlántico-mediterránea, esta especie tiene una reducida presencia en los
bosques del archipiélago canario, localizándose sus ejemplares en suelos
profundos y ricos en humus, situados en los lugares más húmedos y
sombríos de la Laurisilva y el Fayal-brezal.
Floración: Los soros maduran durante la primavera y el
verano, normalmente entre los meses de mayo y octubre.
Esporulación:
Por esporas y por división del rizoma.
Usos: Se emplea ocasionalmente como planta
ornamental, casi siempre en macetas situadas en patios húmedos y
sombreados, debiendo evitarse expresamente la exposición solar directa,
y regarse con frecuencia en primavera y verano.
En algunos lugares de
Europa, donde su cultivo es frecuente, se han obtenido de este helecho
numerosos cultivares, especialmente apreciados entre los jardineros por
la disposición, armonía y colorido de sus frondes.