Flora canaria > Euphorbia mellifera
Euphorbia mellifera Aiton
Familia EUPHORBIACEAE
Tabaiba de monte, Tabaiba silvestre, Adelfa, Adelfa de monte, Filga
Descripción |
Las hojas se reúnen en grandes ramilletes situados en la porción terminal de las ramas. Son grandes, de unos 12-20 cm de largo por 2-3 cm de ancho (a veces hasta 30 cm de largo y 5 cm de ancho), simples, muy cortamente pecioladas, estrechamente lanceoladas, mucronadas en el ápice, lisas y de color verde brillante en la haz, sutilmente pilosas y más pálidas en el envés, y con el nervio central blanquecino.
Sus minúsculas flores, de color verde pero rodeadas de glándulas nectaríferas marrón purpúreas, se disponen en una estructura especial en forma de copa denominada ciatio, agrupadas, a su vez, en panículas terminales de hasta 12 cm de largo que surgen del centro de las rosetas foliares, laxas y con cinco radios cada una.
Los frutos son cápsulas duras y rugosas de alrededor de 1 cm de diámetro, divididas en tres valvas (tricoca), que contienen unas cuantas semillas lisas y ovoides de unos 4 mm de largo, y que son expulsadas a gran distancia por explosión de los frutos maduros, tal como sucede con muchas especies de este género.
Toda la planta produce abundante látex, blanquecino, pegajoso y corrosivo.
Hábitat |
Su presencia en Tenerife se reduce a unos pocos lugares de la cordillera de Anaga; en La Palma se encuentra en San Andrés y Sauces, Breña Alta y Garafía; en La Gomera se descubrió una pequeña colonia en el año 1985, situada dentro del área del Parque Nacional de Garajonay. En total se contabilizan trece poblaciones, con escaso número de ejemplares cada una.
Floración |
Reproducción |
Usos |
Propiedades medicinales |
Distribución |
Notas |
Por otra parte, constituye un destacado ejemplo de los procesos evolutivos que se han dado en nuestro archipiélago, pues, mientras que casi todas sus congéneres se adaptaron a vivir en espacios secos y soleados de la banda costera, esta especie se aclimató a los ambientes húmedos y sombríos de los grandes bosques del Monteverde, lo que le obligó, entre otras cosas, a desarrollar un altísimo tallo que le permitiera competir con el resto de los árboles para alcanzar la luz solar imprescindible para su supervivencia.
Debe tenerse mucha precaución con su irritante látex, que produce fácilmente quemaduras en la piel. En caso de contacto accidental, se debe lavar la zona afectada con agua, o limpiarla con el jugo de alguna planta carnosa, especialmente de los géneros Aeonium, Greenovia o Monanthes (veroles, bejeques, sanjoras, hierba colgante...), que suelen abundar en su hábitat.
Sus troncos muertos son el hábitat del picudo de la tabaiba de monte (Rhopalomesites euphorbiae), un pequeño escarabajo bastante raro y endémico de la Macaronesia que mide alrededor de 1 cm de longitud y es de color marrón rojizo, con la cabeza más oscura y el rostro alargado a modo de trompa rígida, con una base más ancha donde se insertan las antenas.
Etimología |
Sinonimia |
Distribución: Endemismo macaronésico. La Palma, La Gomera, Tenerife.
Ecosistemas: Laurisilva, Fayal-brezal.
Altitud: Normalmente entre los 500-900 m s. n. m.
Texto y fotos: J. Alfredo Pérez Martín