Hypericum canariense
L.
Granadillo, Sanjuanero,
Malfurada, Flor de cruz, Espantademonios
Descripción:
Arbusto muy ramificado, de conformación muy
variable y hasta 3 m de alto, con tallos leñosos y quebradizos,
recubiertos de una fina y bella corteza de color marrón claro, y que
pierde parte del follaje durante los calurosos días del verano,
vistiéndose de nuevo con la llegada de las primeras lluvias otoñales.
Las hojas, de unas 2-7 cm de longitud, color verde intenso en la haz y
recorridas por tres nervios prominentes, son simples, opuestas, de
estrechamente ovaladas a linear-lanceoladas, enteras en sus bordes, y de
obtusas a agudas en el ápice.
Sus pequeñas flores, de color amarillo
dorado y unos 2 cm de diámetro, se reúnen en llamativas inflorescencias
ramificadas, terminales o subterminales, muy densas y olorosas. Cada
flor presenta un cáliz de cinco sépalos ovados unidos por la base y sin
glándulas en sus bordes, y una corola con cinco pétalos
ovado-lanceolados, y un penacho central con numerosos estambres muy
finos de color amarillo claro.
Los
frutos son cápsulas globosas y algo carnosas de color verdoso
amarillento, que al madurar se endurecen y se vuelven marrones, momento
en que se abren en cuatro valvas repletas de diminutas semillas
aplastadas de color marrón oscuro.

Hábitat: Endemismo de Canarias y Madeira. En nuestro
archipiélago es relativamente frecuente en las formaciones arbustivas
del área potencial de los Bosques termófilos, especialmente en zonas
degradadas de los antiguos sabinares, así como en los márgenes de la
Laurisilva y el Fayal-brezal, formando a veces densas poblaciones casi
monoespecíficas.
Muestra preferencia por lugares rocosos algo húmedos
y soleados, y en ocasiones baja hasta cerca de la costa, o sube hasta
zonas dominadas por el Pinar.
Floración:
Primavera, y en situaciones muy favorables
durante casi todo el año.
Reproducción:
Por semillas, aunque también es posible por
esquejes.
Usos:
Es una bella planta que se puede utilizar
como ornamental en jardines frescos y soleados de las zonas bajas y de
medianías. Su cultivo es muy fácil, pues se adapta a casi todo tipo de
suelos y sólo necesita riego moderado en verano.
Sus ramas tiernas se
emplean ocasionalmente como forraje para cabras y conejos.