Flora de las Islas Canarias

Especies

Flora canaria > Persea indica

Persea indica  (L.) C. K. Spreng.
Familia LAURACEAE
Viñátigo, Vinático

Descripción
Árbol muy grande y frondoso, de unos 10-20 m de alto, aunque algunos ejemplares alcanzan hasta más de 30 m de envergadura, siendo, después del tilo (Ocotea foetens), la especie de mayor tamaño de la Laurisilva canaria. Su abundante ramificación, recubierta de un follaje siempreverde, forma una copa muy extendida, fácilmente reconocible por sus hojas de color verde pálido, aunque al envejecer adquieren unas características tonalidades rojizo anaranjadas que permiten distinguirlo desde lejos.
Su recto y robusto tronco está recubierto por una gruesa corteza de color gris oscuro a marrón pardo, que se va cuarteando en grandes placas cuadrangulares a medida que envejece; en los troncos jóvenes la corteza es verde y rugosa, por la presencia de gruesas y alargadas lenticelas, y las ramitas nuevas son frágiles, verdes y con una pubescencia sedosa.
Sus grandes y lustrosas hojas, de unos 15-18 cm de largo y 3-4 cm de ancho, son simples, alternas, pecioladas, de oblongas a anchamente lanceoladas, enteras en el borde y con el nervio central muy marcado en el envés. Son de color verde oscuro brillante en la haz y más pálidas en el envés, tomando coloraciones rojizas a medida que envejecen: al tacto, o al romperlas, desprenden un ligero y agradable aroma.
Sus diminutas flores, de color blanquecino verdoso y apenas 5 mm de diámetro, se agrupan en inflorescencias terminales o subterminales largamente pedunculadas, con pedúnculos cubiertos de tomento gris amarillento y brácteas filiformes blanquecinas, pronto caducas. Presentan un perianto de seis tépalos ovado-lanceolados, tomentosos externamente, un androceo con nueve estambres, tres de ellos formando un verticilo central, cada uno con dos glándulas en la base, y anteras con cuatro tecas; el ovario es glabro, con estilo muy corto.
Los frutos son grandes drupas carnosas, del tamaño y forma de una aceituna; al principio verdes, más tarde moradas y finalmente negras, conteniendo en su interior una gruesa semilla,
Los ejemplares más viejos suelen encontrarse rodeados de "chupones": brotes basales de crecimiento muy rápido que sustituyen a la planta madre cuando ésta muere, tal como sucede con otras especies emblemáticas de la Laurisilva canaria como el tilo (Ocotea foetens) y el loro (Laurus novocanariensis).



Hábitat
Endemismo macaronésico, propio de las áreas más húmedas del Monteverde, habitualmente bañadas por el mar de nubes. En nuestro archipiélago es muy abundante en vaguadas y cauces de barrancos, llegando a formar poblaciones bastante densas allí donde encuentra suelos profundos y bien drenados; también suele encontrarse junto a fuentes y nacientes de agua. A pesar de sus apetencias hídricas, resiste bien el sol y cierto grado de calor, aunque no las zonas muy ventosas.
Fuera de los límites de estos bosques, puede verse muy eventualmente en cauces de barrancos muy húmedos y con agua permanente.

Floración
Primavera y verano. La maduración tiene lugar en verano y otoño, coincidiendo en el mismo pie frutos maduros y verdes.

Reproducción
Por semillas y por brotes basales.

Usos
Su madera, conocida antiguamente como la "caoba de Canarias" por su coloración pardo rojiza, se empleaba frecuentemente en la construcción de barcos y en trabajos de ebanistería. En La Gomera se usaba para fabricar las chácaras, una especie de castañuelas muy grandes y de sonido ronco típicas del folclore de esa isla.
De su corteza se obtenía un colorante de color rojo oscuro con el que se teñía la lana.
Esta especie es pariente muy próxima del aguacate (Persea americana), por lo que pueden injertarse ramas de aguacate sobre un patrón de viñátigo, y a la inversa.



Propiedades medicinales
La infusión de su corteza se empleaba en algunas localidades para desinfectar la piel y limpiarla de eczemas. En la isla de La Gomera tenían una receta casi secreta elaborada a base de viñátigo que curaba casi completamente hasta los casos más complicados del acné.
El viñátigo contiene sustancias tóxicas, por lo que los campesinos procuran que sus animales no los coman para que no se "emborrachen", tal como les sucede a las ratas de monte cuando roen sus brotes y hojas tiernas, y al cabo de un rato "… van dando tumbos por esos montes".

Distribución
Islas Canarias, Madeira, Azores.

Notas
Un manto de grandes y brillantes hojas lanceoladas rojizo amarillentas en el suelo del bosque es un indicador seguro de la presencia de viñátigos en ese lugar, característica que sirve como guía de identificación de este árbol en el complejo mundo de la Laurisilva.
La dispersión de las semillas se produce por gravedad (barocoria). Los frutos caen al pie del árbol, por lo que el mecanismo de diseminación consiste en la regeneración en el entorno de la copa del árbol madre. Aunque una parte de las semillas son dispersadas por las palomas endémicas de la Laurisilva, la paloma rabiche (Columba junoniae) y la paloma turqué (Columba bollii), que consumen los frutos maduros.
El viñátigo es el símbolo vegetal de la isla de La Gomera.


Etimología
Su nombre genérico (Persea) fue el nombre utilizado por Teofrasto en honor a Perseo, uno de los semidioses de la mitología griega, para designar un árbol egipcio, posiblemente Cordia myxa. El específico (Indica) procede del latín indicus (de la India), y pudiera deberse a la confusión con alguna otra especie oriental, o a que los primeros viñátigos que se transportaron a Inglaterra llegaron a bordo de los barcos que procedían de la India, haciendo escala en Canarias y Madeira.

Sinonimia
Phoebe indica, Laurus indica.


Distribución: Endemismo macaronésico. El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife, Gran Canaria.
Ecosistemas: Laurisilva, Fayal-brezal.
Altitud: Normalmente entre los 500-1.000 m s. n. m.

Texto y fotos: J. Alfredo Pérez Martín

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