Limonium macrophyllum
(Brouss.) Kuntze
Siempreviva de Anaga
Descripción:
Arbusto perenne, siempreverde, de 50-80 cm de
alto, con tallo corto y leñoso, protegido por una corteza grisácea
profundamente marcada por las cicatrices que dejan en ella las hojas
muertas.
Las hojas, de hasta 30 cm de longitud y color verde
brillante, forman un hermoso rosetón en la base del tallo. Son simples,
sésiles o cortamente pecioladas, de oblanceoladas a estrechamente
ovadas, lisas, enteras, con nerviación muy patente en la haz, un grueso
nervio central, algo revueltas hacia el interior (convolutas) y
mucronadas en el ápice. Después de marchitarse permanecen durante algún
tiempo aferradas al tallo, formando una especie de segunda y mullida roseta bajo las hojas
nuevas.
Sus minúsculas flores, de unos 5 mm de diámetro, presentan
pétalos de color blanco, protegidos por un cáliz malva azulado que
permanece sin marchitarse durante largo tiempo. Se desarrollan agrupadas
en densas inflorescencias corimbosas de hasta 10 cm de longitud,
sostenidas por recios tallos floríferos de hasta 50 cm de alto,
anchamente alados y alternativamente ramificados. Los frutos son
cápsulas minúsculas que contienen una sola semilla cada una.
Las
inflorescencias desprenden al tacto un característico y agradable aroma
a malva.

Hábitat: Endemismo de la isla de Tenerife, presente en
riscos y laderas rocosas de la banda norte del macizo de Anaga, entre
Taganana y la Punta del Hidalgo, formando parte del matorral arbustivo
que puebla esta zona.
Actualmente sólo se conocen cinco poblaciones de
esta especie, situadas en lugares poco accesibles, conviviendo con otros
endemismos, no menos atractivos y escasos, como son la malva de risco
rosada (Lavatera phoenicea) y el arrebol o tajinaste blanco (Echium
simplex). Su principal amenaza es la actividad pastoril que aún
persiste en su hábitat.
Floración: Desde finales de la primavera hasta mediados
del verano.
Reproducción:
Por semillas y esquejes leñosos. La
reproducción natural por semillas es muy lenta, siendo ésta una de las
causas de la escasez de sus poblaciones.
Usos: Cada vez es más frecuente su uso como especie
ornamental, tanto en jardines públicos como privados. Sin embargo, la
facilidad para hibridarse con otras especies de su amplio género en
Canarias, y el riesgo
de contaminación genética que esto conlleva, hace desaconsejable su uso
en jardinería fuera de sus zonas de distribución natural. Además, tal
práctica debe llevarse a cabo manteniendo un absoluto respeto a sus
poblaciones naturales.