Flora canaria > Opuntia maxima
Opuntia maxima Mill.
Familia CACTACEAE
Tunera, Tuna, Chumbera, Higo pico, Higo indio, Nopal, Nopalera
Descripción |
Sus grandes y muy carnosas hojas (palas o artículos), de 30-50 cm de longitud por 20-40 cm de ancho y contorno más o menos ovalado, tienen areolas escasamente espinosas, aunque están provistas de numerosos gloquidios amarillos, que en los tallos viejos se pierden casi por completo.
Estas palas o artículos de las opuntias, que es su nombre científico, aunque en Canarias se conocen popularmente con el nombre de "pencas", no son verdaderamente hojas, sino tallos modificados que toman su forma y funciones. Las verdaderas hojas, pequeñas, carnosas, estrechas, puntiagudas y efímeras, crecen sobre las pencas tiernas, en el lugar en que más tarde se desarrollarán las espinas. Éstas son muy variables en densidad y tamaño, de 2-5 mm en algunas formas a 10-40 mm en otras, de casi inexistentes a densas y en grupos de 3-6 por aréola, fuertemente divergentes, y de color blanco.
Sus brillantes flores, de color amarillo-rojizo y hasta 6-7 cm de diámetro, se sitúan en los márgenes de las pencas, coronando el rudimento del fruto. Los sépalos y los pétalos se sueldan por la base, formando un tubo muy abierto, en cuyo centro se desarrolla un estilo inflado en la base, en forma de botella, de color blanquecino rosáceo, con estigma verde pálido. A veces el periantio es color naranja intenso, con filamentos rosáceos, el estilo naranja y el estigma crema.
Producen grandes frutos oblongo-piriformes, de 5-6 cm de longitud por 3-4 cm de ancho, umbilicados en su ápice y con areolas desprovistas de espinas, aunque con gloquidios amarillos. Se conocen popularmente con el nombre de tunos o higos picos, y su brillante coloración va del amarillo claro al rojo purpúreo. En el interior de su jugosa pulpa, de color variable entre el blanco, amarillo o rojizo, según las diferentes variedades de la especie, se encuentran esparcidas numerosas semillas, pequeñas y muy duras.
Hábitat |
En Canarias se introdujo para que sirviera de soporte al cultivo de la cochinilla (Dactylopius coccus), habiéndose asilvestrado posteriormente. Su presencia es habitual en toda clase de terrenos de las zonas baja y de medianías; prefiere los ambientes áridos, pero tampoco le importa crecer en zonas altas y lluviosas.
Floración |
Reproducción |
La planta tiene bien asegurada su reproducción, pues es polinizada por numerosos insectos que visitan sus llamativas flores, y sus semillas son eficazmente diseminadas por muchas aves, lagartos y roedores que se comen sus jugosos frutos.
Usos |
La planta entera se utiliza a veces para formar vallas y cercas que deslindan propiedades; también para construir baratos y ecológicos corrales para cabras o gallinas.
Las palas más tiernas se emplearon para hacer potajes en épocas de gran penuria económica en nuestro archipiélago. En México se las comen crudas, en ensaladas o en batidos.
Propiedades medicinales |
La infusión de sus flores es buena para los catarros. Las pencas tiernas, abiertas por el medio y calentadas al fuego, se aplicaban antiguamente sobre las zonas del cuerpo doloridas por la artritis, la artrosis o la inflamación del hígado. Emplastos de las palas podridas se usaban como emoliente, para extraer picos y astillas de la piel.
Distribución |
Notas |
En Canarias, las tuneras se introdujeron a principios del siglo XIX, para "sembrarlas" de cochinilla (Dactylopius coccus), diminuto insecto que vive como parásito sobre esta especie y del que se obtiene el carmín o grana: pigmento rojo oscuro empleado para teñir sedas y lanas, y cuyo comercio alcanzaba por entonces altísimos precios en los mercados internacionales. Pero el descubrimiento de los colorantes sintéticos supuso la muerte del negocio de la cochinilla y el progresivo abandono del cultivo de las tuneras, que a partir de entonces solo interesaban por sus frutos y comenzaron un proceso de asilvestramiento que las ha llevado a convertirse en una planta típica del paisaje de nuestras islas, comportándose en algunos lugares como especie invasora.
En el año 2016 llegó a la isla de La Palma otro parásito de las tuneras. Se trata de la cochinilla grana, Dactylopius opuntiae: un pequeño insecto del grupo de las cochinillas, pariente de la anterior, pero mucho más agresivo y que es capaz de acabar casi totalmente con las cactáceas del género Opuntia, especialmente de Opuntia maxima, lo que ha llevado a la destrucción de una gran cantidad de las tuneras de esa isla, especialmente las situadas en la zona sureste, y sin que las autoridades hayan tomado medidas drásticas para acabar con esta plaga y preservar el legado vegetal que de una u otra forma ya habían formado las tuneras en nuestro patrimonio vegetal, y que con sus frutos contribuyeron de modo importante a mitigar el hambre de las generaciones que tuvieron que sufrir la gran crisis de la posguerra española y de las grandes sequías de las décadas del 40 y 50 del siglo pasado.
Etimología |
Sinonimia |
Distribución: Introducida. El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote.
Ecosistemas: Cardonal-tabaibal, Bosques termófilos.
Altitud: Normalmente entre los 50-1.200 m s. n. m.
Texto y fotos: J. Alfredo Pérez Martín